La obra se presenta como un grotesco absurdo y de humor negro que cumple con todo lo que promete y más.
Un elenco brillante, que sostiene su nivel parejo convirtiendo la experiencia en una obra coral, donde todos son protagonistas y brillan con luz propia.
Los personajes utilizan hasta el último espacio de la sala,(pasillo y platea incluida) para contar esta historia que muta entre varios géneros; drama, comedia, grotesco, teatro físico … donde todos conviven como una sinfonía perfectamente ejecutada.
El vestuario acompaña y enaltece la historia absurda, de esta atípica familia real del barrio de flores, en una realidad distopica, donde buscan conquistar otros imperios del conurbano bonaerense.
Con tintes “Shakespirianos” y guiños referidos a la política argentina su director y autor Nicolás Carbo, mediante un lenguaje por momentos intrincado logra crear un clima absurdamente hilarante que refleja las miserias humanas en todas sus formas.
Una propuesta diferente, entretenida, con ritmo parejo y actuaciones memorables.